La tensión entre heterogeneidad e integración cultural, la política, la identidad, la educación como un derecho y el rol del Estado fueron atravesados por el debate cultural con panelistas argentinos y latinoamericanos que se dieron cita en la capital chaqueña, donde se celebró el IV Congreso Argentino de Cultura.
Los diseños del artista chaqueño, Milo Lockett, dieron el marco estético, colorido y diverso de una cumbre donde participaron cientos de gestores y creadores culturales de todo el país.
El análisis de las identidades culturales estuvo en la voz del sociólogo Marcelo Urresti, quien sostuvo: «las geografías imprimen carácter y tradición local, las distancias también generan enclaves de identidades colectivas».
Una de las figuras más buscadas de este Congreso fue el poeta y militante Pierre Carpentier, del Movimiento de Descolonización y de Emancipación Social de La Guayana, que contó en afrancesado español la situación opresiva que vive su país -ubicado entre Brasil y Surinam, al norte de Sudamérica.
Cada congreso tiene su propia finalidad, y para el director de la Biblioteca Nacional, Horacio González, en esta cuarta edición se intenta entender «la heterogeneidad cultural y el florecimiento de la obra singular, todo inmerso en un territorio colectivo».
Fuente: TELAM.