El pasaje del Bachillerato a la Universidad es quizá una de las etapas más complejas en la vida de los estudiantes. Estos deben acostumbrarse en poco tiempo a la convivencia en un entorno de mayores dimensiones, en los que coexisten con miles de estudiantes, con un vínculo más distante con los docentes en comparación con el Bachillerato, nuevas formas de evaluación, mayores exigencias, etc.
La vida universitaria no resulta sencilla, principalmente en sus inicios. No en vano, distintos estudios muestran que esta etapa se caracteriza por tener las mayores tasas de abandono educativo, especialmente en las 12 primeras semanas del curso.
Los docentes y responsables de centros educativos son conscientes de esta realidad y, por ello, toman medidas para detenerla intentando predecir el fracaso escolar y, así, disminuirlo. Para ello, existen una serie de indicadores tempranos a considerar, como la falta de asistencia, las condiciones económicas de los alumnos, su bajo nivel de interacción social con otros estudiantes, su escaso nivel de participación en instancias académicas, etc.
Conocer estos indicadores puede ser de gran utilidad para tomar medidas que prevengan el fracaso escolar o abandono de los estudios. Pero, debido a la gran cantidad de estudiantes que manejan las universidades, lograrlo a tiempo no siempre es posible.
Ante esta realidad, existe una tecnología capaz de brindar soluciones a universidades y docentes: la Inteligencia Artificial. Mediante esta se hace posible el análisis rápido y eficiente de una amplia cantidad de datos con los que prevenir comportamientos.
De hecho, la IA ya se emplea en diversas universidades de todo el mundo para predecir acciones de los estudiantes.
Un caso de éxito
En el caso de la Universidad de Arizona, la profesora de Sistemas de Información Gerencial y directora del Centro de Inteligencia de Negocios y Analítica, Sudha Ram, posee un proyecto que emplea la IA con esta finalidad. Básicamente, su proyecto se enfoca en construir patrones de comportamiento de los alumnos y así predecir sus acciones.
El trabajo de Sudha Ram ha logrado predecir la tasa de abandono de estudiantes en primer año de la Universidad de Arizona con una tasa de éxito del 90%. Dicha cifra supera a la capacidad de predicción permitida por los sistemas tradicionales.
Por lo tanto, todo parece indicar que la Inteligencia Artificial aplicada en entornos educativos no solo predice el fracaso escolar, sino que también puede ayudar a detenerlo, alertando a los docentes sobre casos críticos. Para que esto sea posible más allá de las universidades estadounidenses, los centros de Educación Superior deben iniciar un proceso de digitalización y apertura hacia las nuevas tecnologías que permita incorporar sus beneficios.
Fuente: Universia.com
Imagen: eduardpsicologia.cat
