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Perspectiva: Marcia Padilha

A partir del estudio de casi 70 proyectos educativos con el uso de las TIC, Padilha estableció una matriz para el análisis de «Innovaciones Tecnoeducativas».

Marcia Padilha es historiadora y consultora en el tema de educación y tecnología, ha colaborado con la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura, OEI, RELPE y diversas instituciones brasileñas en la temática de las TIC en la educación pública.

En esta oportunidad explica una investigación que coordinó recientemente sobre educación y tecnología en Brasil, en la cual se establecieron algunos parámetros necesarios para que el encuentro entre educación y tecnología genere lo que ella denomina «Innovación tecnoeducativa».

A partir del estudio de casi 70 proyectos educativos con el uso de las TIC, la investigación estableció una matriz para el análisis de innovaciones tecnoeducativas. Esta matriz propone la articulación necesaria de cuatro dimensiones capaces de representar la complejidad que caracteriza procesos de esa naturaleza.

En la dimensión «Innovación» hace falta un ambiente favorable, lo que supone la confianza por parte de los actores, la aceptación del error, la sustitución de sistemas jerárquicos de relaciones por relaciones basadas en el intercambio de conocimiento y diagnósticos claros de problemas a superar.

En cuanto a la dimensión «Calidad Educativa», se verifican siete aspectos: ampliación de los agentes y sectores implicados en la educación, atención a la diversidad, ampliación del acceso a la educación, atención al desarrollo de las competencias básicas, de las competencias del siglo XXI y de las competencias digitales, atención al desarrollo profesional docente, construcción de currículo significativo y gestión democrática.

La dimensión «Integración de las TIC» se refiere a condiciones de infraestructura y a los conocimientos necesarios para que el uso de las tecnologías y de sus aparatos sea «transparente» y suficiente, lo que significa real disponibilidad de las TIC, buenas condiciones de uso de tecnología, formación de educadores para el empleo de las TIC, presencia real de las TIC en las prácticas pedagógicas y recursos digitales suficientes.

Por último, en la dimensión «Tendencias Tecnológicas» se destacan las características propias de cada recurso tecnológico a través de la comprensión de su naturaleza y de sus aportes a la producción de conocimiento y creatividad en contexto educativo.

«La matriz propuesta es importante porque establece un modelo bastante complejo, pero suficientemente flexible, que permite, por una parte, fijar parámetros claros de calidad tecnoeducativa y, por otra, asimilar la gran variedad de ajustes tecnopedagógicos posibles. Se espera que esa matriz, al explicitar la complejidad de esos procesos, motive a los formuladores de políticas públicas a elaborar programas que consideren los múltiples aspectos implicados en el uso educativo de las TIC» señala Padilha.

Asimismo cabe destacar que, entre los cerca de 70 casos estudiados, la investigación ha seleccionado cuatro proyectos para un estudio más profundizado, que presentarán mayor integración de las dimensiones propuestas en la matriz: «Olimpíadas de Juegos Digitales y Educación», «Cartografía de los Sentidos en las Escuelas», «Fractal Multimedia: Objetos de Aprendizaje» y «Experimentación Remota como Soporte a Ambientes de Enseñanza-Aprendizaje (RexLab)».

«Por lo tanto, las mejores oportunidades para que las TIC impacten en la educación, me parece, se relacionan a la consistencia de las concepciones tecnoeducativas sobre la adopción de tecnología en escuelas. Donde eso ocurre sí que se constatan situaciones educativas nuevas y ricas como las observadas en los proyectos estudiados por la investigación» concluyó la investigadora.

Fuente: Relpe.org