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INTI y la UBA diseñan un carro que facilita el trabajo de los cartoneros

Nació como un trabajo final de la carrera de Diseño Industrial de la UBA, y luego se convirtió en un proyecto conjunto subsidiado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva (Mincyt)

Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo (FADU), y la Cooperativa el Amanecer de los cartoneros trabajaron en conjunto en un proyecto para la producción de un carro liviano y plegable para recolección de residuos urbanos, que podría producirse en serie de ser aprobado el proyecto por el gobierno de la Ciudad.

Este carro recolector comenzó como un trabajo final de la carrera de Diseño Industrial de la UBA, y luego se convirtió en un proyecto conjunto subsidiado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva (Mincyt). Según los organismos involucrados, el objetivo es incorporar diseño e innovación a los carros que utilizan los cartoneros en la tarea de recolección de residuos, y así mejorar las condiciones de trabajo y la integración de la actividad a la sociedad. El diseño fue pensado además para acoplarse al actual sistema de campanas verdes.

Fabián Carrizo es el coordinador de la Gerencia de Asistencia Tecnológica para la Demanda Social del INTI. Es además el responsable científico del proyecto, y como él mismo explica, es el «vínculo entre el INTI, la UBA y la cooperativa de los cartoneros».

«Los cartoneros venían trabajando con la Ciudad para mejorar las condiciones de trabajo. Se buscó implementar un nuevo sistema: cada cartonero tenía unas 8 veredas, se los iba a financiar con unos 3.000 pesos por mes, pero no podían llevar carros para evitar generar inconvenientes en el tránsito y en las veredas», cuenta, y explica que «sin carros, los cartoneros arrastran hasta 80 kilogramos», y con las áreas de trabajo delimitadas «tienen menos tarea de acopio pero con un desgaste de material de los bolsones muy amplio, y poca eficiencia».

«Este carro cambió la realidad de los cartoneros; ganaron desde el lugar del mejoramiento estético y la eficiencia de su material de trabajo», afirma Carrizo. «Cada carro cuesta cerca de 20.000 pesos, y se planea producir 300 o 500 más», dice. «El tema de la producción en serie tiene que tener una financiación más fuerte, y con la incorporación del carro, el cartonero pasaría a ser un empleado que presta un servicio».

Federico Faure es Diseñador Industrial de la UBA, y cuenta que la unidad plegable «está hecha de caño curvado, chapas de hierro plegadas y laminas de polipropileno». «La estructura de caños hace la unidad fácilmente manipulable porque además de cumplir con los requisitos de estabilidad y resistencia, prácticamente toda la estructura sirve de agarre; la lamina de polipropileno sede ante la carga variable, sirve de barrera visual y permite la aplicación de gráfica institucional o publicidad», explica.

«La gran innovación del carro está en su plegabilidad; mediante un ingenioso sistema de vínculos abisagrados, el carro puede plegarse ocupando 1/5 del volumen original. De esta manera cumple con los requisitos de traslado y guardado, prolonga la vida útil del bolsón y hace la actividad más digna y segura integrándose al paisaje urbano», dice Faure.

El joven diseñador cuenta que a mediados de 2015 se terminó el prototipo y se puso a prueba, «teniendo una muy buena recepción por parte de los cartoneros; se rumorea que en la cooperativa lo apodaron ‘Francisco’ por la afectiva amistad de Sergio Sánchez -dirigente cartonero- con el Papa», agrega.

Faure resalta que «la actividad de diseño industrial impacta directamente sobre la economía y desarrollo industrial del país» y asegura que «el aspecto más importante y menos explotado es el gran impacto que puede tener sobre el desarrollo social y el mejoramiento de calidad de vida de las personas».

Fuente: La Nación

Imagen: es.aleteia.org