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Insectos silvestres benefician a la agricultura

Un estudio publicado en la prestigiosa revista Science, demostró que los insectos silvestres son esenciales para la polinización de los cultivos.

Los cultivos agrícolas como la manzana, el girasol, el tomate o el algodón, entre otros, necesitan ser polinizados para convertir sus flores en semillas y frutos. Muchas especies de moscas, escarabajos, abejas, mariposas y algunos murciélagos y pájaros “fecundan” a las plantas al trasladar, en sus cuerpos, el polen de flor en flor. Sin embargo, los productores, al desconocer con la potencialidad de estos insectos, alquilan colmenas de abejas melíferas para realizar esta tarea.

Esta nueva tendencia, de punta entre los productores europeos y de reciente ingreso en la Argentina, podría tambalearse con una reciente investigación. El problema principal es que la fumigación de los insectos herbívoros, que se alimentan de flores y tallos, mata indirectamente a los polinizadores y agudiza su decrecimiento, al igual que la reducción de sus hábitats naturales.

El doctor en Ciencias Agropecuarias de la Universidad Nacional de Río Negro, investigador del COMAHUE-CONICET, Lucas Garibaldi, explica que “los insectos silvestres, que viven naturalmente en distintos paisajes agrícolas, promueven un servicio gratuito a la producción que es mucho más importante de lo que se pensaba”.

Durante el estudio, en el que se relevaron más de 600 campos distribuidos en 41 sitios agrícolas alrededor del mundo, los 50 científicos compararon ciertos campos sembrados con una gran diversidad de insectos silvestres, con otros en los que se contaba una poca cantidad de insectos. “Observamos que, cuando había más especies de estos insectos, los cultivos generaban más semillas y más frutos en relación a la cantidad de flores que habían producido”, señala el responsable del proyecto.

Luego, los investigadores realizaron una comparación entre los campos de los productores que alquilaron grandes cantidades de abejas melíferas, algunos hasta siete colmenas por hectárea, y los que optaron por no utilizarlas. Como resultado, vimos que, si bien había mucho polen en las flores, sólo el 14 por ciento de los cultivos aceptó de forma significativa la polinización de las obreras.

Fuente: Agencia CTyS