Aptus | Noticias de educación, cultura, arte, formación y capacitación

¿De qué se trata el aprendizaje profundo y cuáles son sus características?

Si bien se diferencia claramente del aprendizaje superficial, no se contrapone sino que se complementa, y ambos son necesarios para el alumno

El aprendizaje profundo consiste dotar de significado una nueva información, es decir, se trata de una estrategia que tiene como finalidad incorporar una perspectiva crítica sobre un determinado aprendizaje y, al hacerlo, favorecer su comprensión para permitir su retención a largo plazo. La idea es que dicho aprendizaje sirva más adelante para la resolución de un determinado problema en un contexto determinado.

Es por eso que el aprendizaje profundo se centra en la comprensión y en cómo se puede aplicar y fijar un aprendizaje para siempre. Si bien se diferencia claramente del aprendizaje superficial, no se contrapone sino que se complementa, y ambos son necesarios para el alumno, según consignó el blog Justifica tu Respuesta.

Principales características del aprendizaje profundo:

  • Motivación intrínseca que fomenta el aprender como fuente de satisfacción.
  • Aprendizaje centrado en el significado.
  • Vinculación de un conocimiento nuevo con otras asignaturas.
  • Conexión entre el conocimiento y la vida real.
  • Fomento de espíritu crítico y el análisis.

En cambio, los puntos más importantes del aprendizaje superficial son:

  • Motivación extrínseca, donde el principal objetivo es aprender para aprobar una asignatura.
  • Aprendizaje centrado en la acumulación de datos que se adquieren de manera memorística.
  • Escasa relación entre un conocimiento y su aplicación a la vida real.
  • Ausencia de reflexión.
  • Se centra en la intención de cumplir los requisitos de una tarea.

Estrategias que facilita el aprendizaje profundo:

  • Aprender para comprender.
  • Fijar unos objetivos claros, asumibles y realistas.
  • Flexibilizar el proceso de aprendizaje.
  • Priorizar el aprendizaje útil y significativo.
  • Entender la figura del docente como un facilitador del conocimiento en lugar de una transmisor de información.
  • Promover metodologías activas en cooperación, pensamiento crítico, ayuda muta o la inclusión
  • Descubrir y fomentar las .habilidades y destrezas del alumnado.
  • Centrarse en una evaluación formativa y no calificadora.
  • Entender el error como parte fundamental de cualquier aprendizaje.
  • Promover el feedback o la retroalimentación.
Imagen: Canstockphoto