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Compromiso Vial por Úrsula y Carla

La ONG está formada por familiares y amigos de víctimas viales y personas comprometidas que se fueron acercando para formar parte de esta tarea, que es la educación y concientización vial.

En la asociación trabajan realizando distintas acciones, las cuales son fruto de largos procesos en los que se pone en marcha, en conjunto con otras instituciones, organismos y entes estatales. Centran sus acciones en intervenciones urbanas, que favorecen a la prevención desde la concientización de esta problemática.

Mónica Gangemi, su directora ejecutiva, nos cuenta en qué consisten estas acciones.

¿Qué entendemos por intervenciones?, ¿y por intervenciones “urbanas”? ¿Cómo pensamos la prevención?

Intervenir es para nosotros, una mediación; un venir entre sujetos, que busca lograr alguna modificación en las partes intervinientes, posibilitando que emerja otra conducta, en este caso más responsable, un nuevo sentido y compromiso ante aquella problemática que se encuentra naturalizada. Se trata, en este caso de enfatizar el concepto de tránsito como derecho y como construcción social, y desnaturalizar sus representaciones habituales, que simplifican esta endemia, toda vez que la remiten únicamente a la presentación de la vía pública como un espacio de riesgo, sin tener en cuenta que cada uno de nosotros no sólo es partícipe sino también constructor de ese espacio.

Por este motivo, consideramos que la intervención está estrechamente ligada al concepto de implicación, es decir, requiere de un compromiso tanto del sujeto de la intervención como de los sujetos sobre los cuales se interviene. Es por ello que en cada una de las intervenciones que realizamos apelamos a que el público pueda traspasar ese lugar y no ser un mero receptor, sino que pueda participar de la acción asumiendo un rol activo. En este sentido, no damos charlas informativas sino que realizamos talleres participativos, tanto con niños como con adolescentes.
La seguridad vial es una responsabilidad colectiva, que la hacemos entre todos, y que es un derecho humano ser educados en ella. Esta problemática es considerada una pandemia por los números que alcanza en muertes y secuelas a nivel mundial, y nuestra tarea, es ayudar a que estos índices disminuyan. De lo contrario, seguiremos contribuyendo con la naturalización de la problemática y a pensar que esto es algo “que sucede” sin más.
Creemos, por el contrario, que estas conductas riesgosas pueden ser evitadas, y por ello apuntamos a la prevención: “Toda tarea preventiva, es una tarea de transformación en el sentido más completo del término. Se trata de poder transformar las representaciones sociales con las que cada uno viene, las acciones cotidianas, las formas de vida. Implica, por lo tanto, un cuestionamiento de la disfuncionalidad social y abre un espacio de debate y reflexión alrededor de ella”. (STOLKINER)

Una de las experiencias realizadas que podríamos contar para transmitir alguna de estas cuestiones, es la actividad que se llevó a cabo en el espacio que apadrinamos, PLAZOLETA DEL AGUARIBAY ubicada en Bv. Oroño 1500 de nuestra ciudad, con niños que se acercaron a ella. Allí, les contamos un cuento (“el semáforo loco”) y luego planteamos un ida y vuelta para ver qué entendían de lo que habíamos contado. También dimos un espacio para que pudieran jugar a ser semáforos y después dibujar, siempre teniendo en cuenta la importancia de que los niños asuman este rol activo en la acción.

¿Qué se busca con estas intervenciones?

Educar de una forma integral. Sensibilizar, apuntar no sólo a los aspectos lógicos y racionales, sino también a la intuición y a la creatividad, a la fantasía y a lo irracional. Proponer actividades que desarrollen la intuición, la imaginación y la fantasía; y la posterior reflexión sobre nuestra practicas, defender el uso creativo del lenguaje a través de la metáfora y el símbolo; intentando desarrollar la capacidad de “pensar con imágenes” y promover una actitud lúdica que, permita disfrutar aprendiendo con todos los sentidos e internalizar el aprendizaje como un habito. Con este tipo de actividades, chicos y grandes, pueden descubrir conceptos e intereses, que van de lo emotivo a lo racional, del universo simbólico al referencial, de la fantasía a la realidad y del sentimiento al conocimiento.

Por eso y en concreto, en esta intervención, elegimos los cuentos como modo de transmitir, ya que como plantea Bruno Buttelheim, los cuentos sirven de soporte identificatorio y los niños pueden pasar horas jugando “como si” fueran los personajes de la historia narrada.

Los cuentos permiten a los niños, adueñarse de la situación para poder resignificarla, ponerla a hablar y dialogar con sus propias experiencias y pensar qué podrían haber hecho en determinada situación. Así, “los cuentos resultan una combinación de códigos lingüísticos, lúdicos, figurales, dramáticos, plásticos, gestuales, sonoros, se entrecruzan para configurar una trama consistente, que permite augurar nuevas formas de subjetivación.

Consideramos entonces que este es un recurso entre otros, dentro de las acciones que podemos encarar desde los distintos lugares y roles que nos tocan. Nuestras acciones son siempre intervenciones, donde buscamos interpelarnos mutuamente, y lo que quisimos plantear, es esto: una intervención que pretende ser una invitación al diálogo, a la reflexión y a la construcción de sujetos más solidarios y más responsables, en pos de avanzar hacia entornos de la movilidad urbana más seguros.

Encontrá esta entrevista en la edición N° 15 de Aptus Propuestas Educativas: http://www.aptus.com.ar/revista