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Aprendizaje creativo y emocional

La nueva escuela debe centrar sus esfuerzos en no cortar las vías de desarrollo creativo de los alumnos, generar oportunidades para que el talento pueda ser desarrollado

Una sociedad basada en la producción industrial dio paso a una basada en el fomento del talento. Las tareas mecanizadas en la actualidad las desempeñan máquinas, el individuo es más valorado a nivel intelectual. Los sistemas educativos deben adaptar sus planteamientos a esta nueva realidad, diferente al planteamiento clásico de la escuela.

Existen factores que deben ser modificados para que a los jóvenes de las nuevas generaciones no se les corten sus vías creativas. Entre ellos se destacan los siguientes:

  • El sistema educativo se centra siempre en obtener la respuesta correcta, en reproducir lo que alguien ya produjo. Es un sistema basado en el control, mientras lo necesario para la sociedad actual es un sistema de dotación de poder donde el individuo toma protagonismo construyendo sus propias producciones.
  • Se nace siendo creativo, es parte de nuestra inteligencia natural y es lo que diferencia a los seres humanos de las demás especies. El 80% de los aprendizajes se producen antes de los 5 años, después de esta edad a los niños se les empieza a dirigir ordenándoles qué deben hacer, cómo hacerlo y en qué plazos. Esto termina por obstruir las vías de creatividad que estos jóvenes poseen.

Aunque no existe una fórmula secreta para trabajar la creatividad de los alumnos, es que es importante tener en cuenta ciertos aspectos:

  • Todas las personas son creativas: Uno de los errores que se suele cometer es considerar únicamente actividades creativas aquellas que tienen que ver con el arte, como la música o la pintura. Sin embargo, cada persona tenemos un talento y una actividad en la que se puede desarrollar la imaginación.
  • Para tener alumnos creativos, hay que ser un docente creativo: Hay que estar dispuestos a modificar la manera de dar clase. Si se hace lo mismo de siempre, los alumnos aprenderán lo mismo de siempre.
  • Aprovechar las inteligencias múltiples: Según esta teoría, son muchas las inteligencias que existen y para favorecer el desarrollo de todas ellas debemos ofrecer espacios con recursos y estímulos variados donde cada uno pueda descubrir y potenciar su manera de aprender. Cada estudiante tendrá más desarrollada un tipo de inteligencia que otra, y no se puede dejar que se sientan frustrados por ello.
  • No hay respuestas correctas: Muchas veces se tiende a definir las ideas como “buenas” o “malas”, pero ese pensamiento únicamente limita. Todas las respuestas o ideas son posibilidades, y es importante que no se frustre el proceso creativo de los alumnos diciéndoles qué deben pensar y qué no.
  • No existen los errores: Intentar algo y no conseguirlo no es fallar, es una forma de aprendizaje. Lo importante no es el resultado en sí mismo, sino el proceso.
  • Crear un ambiente que fomente el pensamiento creativo: Intentar que en el aula se reconozca la creatividad. Se pueden exponer tablones de anuncios para mostrar diferentes maneras de resolver un problema, o soluciones creativas a un escenario del mundo real. También es interesante reservar algún espacio para la generación de ideas, como una mesa de pensar, un rincón de dibujo, o un espacio para que los grupos intercambien y generen propuestas.
  • Animar la curiosidad de los alumnos: Los niños ya están llenos de creatividad y curiosidad, lo más importante es darles espacio y libertad para que puedan utilizarla.
Imagen: doloresdiz.com