Aptus | Noticias de educación, cultura, arte, formación y capacitación

Unesco propone una enseñanza de calidad como objetivo mundial

Así está planteado en el Informe de Seguimiento de la Educación Para Todos en el Mundo, elaborado por la Unesco, que dio a conocer el organismo internacional y que plantea los objetivos en la educación.

Si bien el aumento de la matrícula escolar en todo el mundo fue uno de los logros en el último decenio, sigue siendo un objetivo insatisfecho que se suma a la actual «crisis de aprendizaje», por lo que llegar a una enseñanza de calidad y para todos forma parte de los objetivos mundiales de la UNESCO.

Así está planteado en el Informe de Seguimiento de la Educación Para Todos en el Mundo, elaborado por la Unesco, que dio a conocer el organismo internacional y que plantea los objetivos en la educación.

«Si bien cada vez es mayor el número de niñas y niños que se escolarizan, los sistemas de educación no logran proporcionarles las competencias y los conocimientos que necesitan para hacer realidad sus aspiraciones», anticipó la directora general de la Unesco, Irina Bokova.

En este marco, el nuevo horizonte plantea la necesidad no sólo de profundizar los mecanismos de inserción a la educación «de las personas de los grupos más marginados que han seguido viéndose privadas de posibilidades de recibir educación a lo largo de ese decenio», sino que hace hincapié en la «Enseñanza y aprendizaje: Lograr la calidad para todos».

El Informe de la Enseñanza Para Todos (EPT) destaca que a pesar de las mejoras, demasiados niños siguen sin poder acceder a la atención y educación de la primera infancia.

En 2012, un 25 % de los niños menores de 5 años sufría retraso de crecimiento, y en este sentido el Informe reconoce la probabilidad de que el objetivo de la enseñanza primaria universal esté lejos de lograrse, ya que el número de niños sin escolarizar ascendía a 57 millones en 2011, la mitad de los cuales vivían en países afectados por conflictos.

Con respecto a la situación de los adolescentes, sólo el 37 por ciento de los jóvenes de los países de bajos ingresos finaliza el primer ciclo de la enseñanza secundaria, y esta tasa es incluso más baja entre los adolescentes más pobres, una realidad que no experimentó muchos cambios desde hace 10 años.

En relación con los adultos, apenas mejoró la alfabetización desde el 2000, con una situación en la que casi dos terceras partes de los analfabetos son mujeres, y se prevé que en los próximos años no habrá grandes cambios.

En este marco, el análisis y seguimiento de la situación revela que hay una baja calidad de la educación que impide que millones de niños adquieran los conocimientos básicos, y la cifra que da cuenta de esta realidad es la de unos 250 millones de niños que no están adquiriendo las competencias básicas a pesar de que la mitad de ellos estuvo en la escuela por lo menos durante cuatro años.

Según el Informe, la crisis mundial del aprendizaje tiene un costo anual de 129.000 millones de dólares, por lo que se plantea como central invertir en los docentes y se advierte que la crisis afectará a generaciones de niños si no se da un gran impulso a la enseñanza.

Asimismo, se aclara que un 10 por ciento del gasto mundial en enseñanza primaria se pierde en educación de mala calidad que no garantiza que los niños aprendan. Esta situación se traduce en que, en los países pobres, uno de cada cuatro niños no es capaz de leer una oración completa.

En este sentido, una de las conclusiones del Informe es que los buenos docentes son la clave para lograr una mejora y se insta a los gobiernos a que destinen a los mejores docentes a los lugares donde hay mayores necesidades insatisfechas.

Con respecto a las tendencias actuales, en las proyecciones del Informe se prevé que en los países periféricos no se conseguirá hasta 2072 que todas las jóvenes más pobres sepan leer y escribir.

En todos los casos, la situación más cruda, con mayores dificultades y menos perspectivas, se vive en algunas regiones del continente africano.

El Informe destaca también que para lograr una educación de buena calidad para todos, los gobiernos deben implementar políticas para contar con suficientes docentes formados, resolviendo los problemas de discriminación de género y haciendo hincapié en los programas de estudio y las estrategias de evaluación.

Que todos los niños estén escolarizados y adquieran los conocimientos básicos son los dos ejes que se abren hacia el futuro según las recomendaciones del Informe, asumiendo un compromiso a favor de la equidad, atendiendo a la población marginada, con más docentes, mejor preparados y con buenas condiciones de trabajo y salario.



Imagen: Archivo de imágenes.
Fuente: Télam