El conjunto de obras que se están exhibiendo, forman parte de una temática que Jorgelina Toya viene desarrollando hace un tiempo, cuando comenzó a trabajar con la imagen de la vaca.
Sin pretender definirlas, Jorgelina Toya cuenta que las imágenes de sus obras son directas y por el alto grado de realismo son fácilmente reconocibles. El «extrañamiento» que plantea estaría dado por la convivencia poco frecuente de las vacas en su entorno rural junto con elementos artificiales (la tecnología aplicada al campo) o inclusive ajenos a ese entorno (tenedores, platos, etc). También la vaca habitando lugares poco probables como interiores de cocinas o espacios con diseños florales pop.
En años anteriores trabajó también con caravanas, cocardas, monedas argentinas, la bandera nacional, etc.
La artista sostiene que no es arbitraria la elección de la vaca ni de estos espacios o elementos que comparten con ella el plano pictórico. Y agrega que existe una búsqueda en función de lo que ciertas combinaciones puedan despertar en el espectador. “Es en este punto donde me ubico en una sociedad argentina marcada por la tradición en la elección de la carne vacuna como fuente de alimento”.
El tipo de técnica que elije es el óleo sobre lienzo porque, según explica, es el que le permite el realismo que necesita. Asimismo, considera que sus pinturas están en consonancia con el “realismo mágico”.
Jorgelina Toya es egresada de la carrera de Licenciatura y Profesorado en Bellas Artes de la Facultad de Humanidades y Artes de esta Universidad, donde también se desempeñó como auxiliar de docencia en la cátedra Dibujo II.