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Se filmó el primer documental argentino sobre ACV

Con coproducción del canal Encuentro con la Fundación para el Estudio de las Neurociencias y la Radiología Intervencionista.

«Era imprescindible tener un documental como este porque hablamos los médicos y los pacientes con casos concretos sobre el ACV, sus alertas, su tratamiento y su recuperación», explicó Pedro Lylyk, presidente de la Asociación Argentina de Ataque Cerebral (AAAC).

El neurocirujano, quien preside el FENERI, rescató «el hecho de que un grupo de pacientes, algunos de ellos conocidos, nos hablen de su ACV y su experiencia junto a los médicos para que el mensaje tanto de prevención como de tratamiento llegue más rápido a todos».

En el país hay cerca de 100.000 casos nuevos de ACV por año y la mayoría de las personas desconoce los aspectos de la enfermedad. De esta manera «llega al médico cuando el episodio avanzó, lo que aumenta su riesgo de muerte y discapacidad permanente», explicó Lylyk.

«Lograr que un paciente que pasó por un ACV se muestre en un documental recuperado y hable del tema es importantísimo para concientizarnos que debemos estar alerta ante los síntomas de un ataque cerebral, para tratarlo a tiempo», reivindicó.

Lylyk recomendó estar atentos a los dolores de cabeza fuertes, pérdidas bruscas y temporales de la visión, fallas en los movimientos y al hablar «para poder ir rápido al neurólogo y averiguar si hay algún riesgo de ACV y tratarlo a tiempo».

Una de las personas recuperadas que aportó su testimonio en el documental es el sexólogo Juan Carlos Kusnetzoff, de 75 años, que sufrió un ACV cuando tenía 68, quien explica en el documental que la señal del ACV que tuvo «fue un dolor de cabeza tan intenso como nunca antes había sentido» y recordó que en aquel momento «estaba con mi señora, que me pidió que no vaya a trabajar y empecé a decir cosas incoherentes, sin darme cuenta de que estaba en la antesala de un ataque».

El documental además de los testimonios y factores de riesgo, hace hincapié en los hábitos de vida sana que disminuyen la posibilidad de sufrir un ACV como el no fumar, realizar actividad física, mantener una dieta sana y no consumir alcohol.