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“No hay aprendizaje sin seguridad emocional”

Laura Lewin, especialista en educación, sostiene que los docentes deben enfocarse más en cómo los alumnos aprenden y no en cómo ellos enseñan. La clave está en captar su atención y entender qué necesitan para poder almacenar la información y convertirla en aprendizaje

En el mes de marzo se llevó a cabo el 7mo Congreso Provincial de Educación en Santa Fe, dirigido a docentes de todas las áreas y niveles. Laura Lewin, capacitadora y consultora de temas educativos, fue una de las disertantes de la jornada. Su charla le dio un giro al foco de análisis en torno al aprendizaje a través de una premisa: “Que enseñes no significa que aprendan”.

“El docente entra al aula e imparte su clase, pero eso no quiere decir que los chicos hayan aprendido. Los docentes están acostumbrados a enseñar como ellos aprendieron. Pero sucede que los chicos cambiaron y ya no tienen los mismos estímulos, tiempos o expectativas, y lo cierto es que hay una brecha entre lo que enseñamos y lo que necesitan aprender los chicos y entre cómo enseñamos y cómo necesitan aprender”, así expresó Laura Lewin al ser entrevistada por este medio.

Lewin, quien además es autora de 6 libros y está próxima a publicar uno nuevo, sostiene que “hay muchos docentes que están más enfocados en ellos que en sus alumnos”, con esto refiere a que a veces se concentran demasiado en enseñar en vez de “ayudar a aprender”.

“La mayoría de las veces los chicos salen del aula y se olvidaron todo lo que vieron. Entonces cómo hacemos para que lo que enseñamos quede en la memoria a largo plazo del alumno y que puedan evocarlo cuando lo necesiten”, planteó Lewin.

La capacitadora explicó que existen actualmente muchas técnicas que son posibles de aplicar para mejorar el aprendizaje. “Para que los chicos aprendan, te tienen que escuchar y para eso hay que captar su atención. Una vez que se logra eso,  porque notan que esa información que se les brinda es relevante, lo que hay que hacer es seguir trabajando con esa información para que siga avanzando en su cerebro. Y acá tiene mucho peso el núcleo emocional del cerebro, el sistema límbico”.

Para aprender, los chicos deben sentirse seguros emocionalmente. No pueden estar ansiosos, nerviosos o angustiados, no se deben sentir amenazados o presionados. Necesitamos trabajar el  vínculo”, expresó Lewin  y continuó: “No hay aprendizaje si no hay vínculo y no hay aprendizaje sin seguridad emocional. Cosas que parecen básicas, son muy importantes para que el alumno pueda aprender”.

Generar contenido

Otro punto interesante que remarcó la especialista en Educación es que antes el docente era fuente de conocimiento, pero ahora ya no lo es. “Muchos alumnos se quejan que lo mismo que enseña un docente lo encuentran en un tutorial . Por eso debemos replantearnos el rol del docente y  qué significa la educación hoy”.

Una de las propuestas de Lewin es enfocarse no solo en enseñar el currículum sino trabajar otras áreas relacionadas con las emociones: “El chico entra a la escuela por la ventana no por la puerta, los chicos tienen que sentir pertenencia, tienen que querer a su institución y sentirse parte del proyecto educativo. Y eso significa que además de las clases tradicionales hay que ofrecer un espacio de cultura donde ellos puedan generar contenido, que participen de instancias recreativas, artísticas, que haya una oferta que acerque el chico al colegio”.

Según la especialista educativa, es muy importante que el alumno pueda producir información. El docente tiene que ayudarlos a saber cómo manejar todo el contenido disponible y generarlo. Además, la escuela debe ser el nexo para la futura vida personal, académica y profesional. “Si trabajás únicamente en impartir contenido, no sabés si el día de mañana ese contenido les va a servir. En cambio si trabajás con ellos las habilidades socio emocionales, además de lo cognitivo, les enseñás a manejar la frustración, la ira, el miedo, son herramientas que les van a servir para la vida”:

Una cuestión importante que plantea Lewin es que hoy en día muchos docentes entran al aula y no saben cómo funciona el cerebro de los chicos.Tienen que saber cómo captar la atención de sus alumnos, cómo hacer para que los chicos retengan información, en qué momento de la clase hay que trabajar lo más importante, cuándo cambiar de tipo de actividad para motivarlos”.

Laura plantea además que el directivo es uno de los agentes más importantes del colegio. “Yo siempre digo que prefiero una escuela con buen director y malos docentes y no al revés porque ellos son los que guían y motivan a los docentes para poder mejorar. Actualmente son muy pocos los directivos que pasan tiempo con sus docentes, que los ayudan su planificación, observan sus clases, o los ayudan a crecer  y eso es algo clave para poder ir mejorando su desempeño”.

Por último, la autora adelantó que está escribiendo un libro nuevo, esta vez con Alfredo Vota, convocada por Santillana, que se llama “La Educación Transformada”: Muchos sabenlo que hay que hacer pero no cómo hacerlo. Entonces es un libro que trabaja con diferentes espacios de intervención. Es una especie de modelo, de pasos a seguir para tener un colegio alineado a las necesidades de los alumnos del siglo XXI: cómo generar un buen clima de trabajo, cómo deben ser las aulas, hablamos de los recursos, del tipo de pedagogía a aplicar, y básicamente, sobre la escuela del siglo XXI”.

Imagen: allcanbesolved.com